Todo comenzó con un gallinero pequeño y modesto, lleno de vida y energía. Las gallinas picoteaban felices, disfrutando de su hogar en nuestra parcela de 1500 metros cuadrados. Sin embargo, un día, un desafortunado incidente lo cambió todo. Un perro abandonado encontró su camino hasta el gallinero y, en un abrir y cerrar de ojos, acabó con todas las gallinas. Fue un golpe devastador, no solo por la pérdida de los animales, sino por el vacío que dejaron en nuestro día a día.
En medio de esta tragedia, surgió un acto de bondad que marcó un nuevo comienzo. Josep Maria, un compañero de trabajo con un corazón generoso, no permaneció indiferente. Movido por la empatía, organizó una colecta entre nuestros compañeros. Gracias a la generosidad de todos, lograron reunir los fondos necesarios para regalarme ocho gallinas.
Fue un momento inolvidable: esas ocho gallinas no solo trajeron nueva vida al gallinero, sino también esperanza e ilusión. Agradecido y emocionado, quise encontrar una manera especial de retribuir el cariño y apoyo recibido. Así nació la idea de esta página web: un espacio donde todos los colaboradores, y ahora también tú, puedan ver y disfrutar del nuevo hogar de las gallinas, libres y felices, viviendo como siempre debieron hacerlo.
Hoy, el Gallinero de la Libertad es mucho más que un gallinero. Es un símbolo de resiliencia, comunidad y segundas oportunidades. En este campo, las gallinas exploran cada rincón, se alimentan de forma natural y disfrutan del aire libre. Cada día aquí es un recordatorio del poder de la solidaridad y de cómo la bondad puede transformar las dificultades en historias de esperanza y renacimiento.
Gracias a todos los que hicieron posible esta historia de amor y generosidad. Ahora, cuando visites nuestra web, no solo estarás viendo un gallinero; estarás siendo parte de un homenaje a lo que podemos lograr juntos.